jueves, 29 de mayo de 2014

Te fuiste

Me dejaste un beso en el sofá,
una lluvia de sueños en la cocina,
un insulto en mi bocina
y el juramento de no volver jamás.

Olvidaste las promesas que nunca cumpliste,
la retoña mancha del adiós,
Un vaso de whisky para dos,
Y los te quiero que nunca dijiste.

Me dejaste en deuda con la vida,
una hipoteca de realidad,
un soplo amargo de libertad,
y unas ganas desaparecidas.

Olvidaste un gran trozo de ti,
20 poemas y una canción desesperada,
una nota de perdón en la entrada
que ponía algo así como un «me fui…».

Dejaste los buenos momentos,
te llevaste mi media verdad,
me dejaste solo tempestad,
y la historia a cuajos de fragmentos.

Te robaste lo mejor de mí,
dejaste al hombre que ahora soy,
cambiaste el rumbo a donde voy
y todo lo que tuve y perdí.

—¿Y por qué no la vas a buscar?

Correría tras ella si pudiera,
pero acepto mi destino grosero
porque tanto es que la quiero

que por eso dejé que partiera.